Saturday, June 21, 2008

 
NO TENGAN MIEDO, Mt 10: 26-33. XII domingo del T.O
¿SICOLOGÍA O ESPIRITUALIDAD? Ojalá logremos responder a las preguntas esenciales de la vida: a ¿qué le tenemos miedo? ¿Qué mismo es el miedo? La simple definición del miedo nos dice que es “una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario” (DRAE). Contrastando con la realidad, el miedo entonces tiene muchos rostros, facetas y posibilidades. Mucha gente no sabe exactamente a qué tiene miedo, y allí radica la causa de muchos de nuestros sufrimientos y desgracias. ¡Pobre ser humano, cuánto sufre! Y la cosa se agrava cuando intentamos preguntarnos el por qué tenemos miedo a eso que no sabemos qué mismo es. Otras veces lo tenemos claro: el cambio climático ha traído graves consecuencias para la humanidad tsunamis, terremotos, hambre, inflación. Ya la vida social nos presentaba una faceta del terror en la violencia de las grandes ciudades. La vida intrafamiliar nos habla de otras grandes causas de los malestares de nuestra sociedad, de las enfermedades de muchos estudiantes, tienen miedo a no superarse académicamente, pero el mal no está en ellos sino en el clima familiar. El rico teme que le roben su dinero y el pobre teme no encontrar lo mínimo para vivir. Todos tenemos miedo. ¿PARA QUÉ SIRVE CREER?

LAS PRIMERAS COMUNIDADES, en el mensaje de san Mateo, tenían mucho miedo a ser perseguidas, a morir por testificar que Dios no falla, que Jesús está vivo, por ello vivían con miedo. En ese contexto surge el recuerdo de quien confesó públicamente que Dios tiene un proyecto, El Reino, una sociedad alternativa, esta predicación le causó la muerte, pero no lo paralizó, aglutinó a hombres y mujeres que sean capaces de superar esos miedos. ¿Qué significó para ellos superar el miedo? Simplemente confiar en la providencia del Señor, en su palabra revelada en la historia que tiene cuidado de los animales más pequeños, como los gorriones ¿no tendrá mayor cuidado por aquellos que son hechos a su imagen y semejanza, sus hijos e hijas por quien da su vida? Fe es aceptar los riesgos de un proyecto de amor, es posible superar los miedos, la clave está en aceptar las condiciones: soñar a lo grande: salvar a la humanidad: comparación entre Adán y Cristo de la segunda lectura, acerca de la salvación entendida como la justificación de nuestra existencia. Esto es lo que Mateo anima a sus comunidades: no tener miedo de predicar el amor de Dios manifestado en Jesús, quien organiza a su grupo como comunidades de discípulos y discípulas que deben aprender y propagar un mensaje que no es mera doctrina, ritos o legalismo, sino vida, dignidad y esperanza para los que no la tienen y para los que desean amar, creer y crecer.

LOS VERDADEROS MIEDOS: la reflexión de hoy debe ayudarnos a sincerarnos a qué tengo miedo, ponerle nombre y apellido: muchos diremos a la soledad, al fracaso del amor, otros dirán a no conseguir más cosas y comodidades. Si tenemos claro el qué, sabremos encontrar el cómo salir de estos miedos que paralizan, cuáles son nuestros valores y qué entendemos por felicidad verdadera, principal motivación de nuestro Padre común: Cuando le preguntaron a un gran maestro de espiritualidad antes de morir: ¿usted tenía miedo de morir? ¿Tenía algún miedo que su personalidad no le haya ayudado a solucionar? ¡SÍ, LO TENGO!, todos esperaban el NO, pues creían que ya había hecho todo en esta vida y que debía morir en paz en las manos del Señor. Su respuesta fue: TEMO NO HABER AMADO y VIVIDO LO SUFICIENTE… He ahí un buen ejemplo del verdadero temor. Jesús nos invita a dar más, a ser libres, a vivir en plenitud: NO TENGAS MIEDO…

Sunday, April 20, 2008

 
V DOMIMGO DE PASCUA.
¿JESÚS ES EL CAMINO? Jn 14: 1-12


¿Quién de nosotros nos atrevemos a dudar que Jesús es el camino, la verdad y la vida? ¡Ninguno! ¿cierto? Por algo estamos aquí alrededor de su mesa, alabándolo, escuchándolo, compartiendo su palabra y su pan-su cuerpo. Pero, ¿por qué en la sociedad donde vivimos aquellos que decimos que Jesús es el camino, no encontramos el camino correcto para salir del subdesarrollo, de la violencia, de la mediocridad? No entiendo Señor, no entiendo, a lo mejor tu queja contra Felipe, uno de tus discípulos que ha compartido tiempo contigo sea hoy la gran realidad que habita en nuestro espíritu: ¡TANTO TIEMPO QUE ESTOY CON USTEDES Y NO ME CONOCEN!

JESÚS REVELA Y SE REVELA: el evangelio de Juan nos invita a pensar en grande, a sentir en profundidad, en ninguna parte de los evangelios se habla con tanta claridad cuál es la finalidad de Jesús: revelar al Padre, buscar su Gloria, ni quién es Jesús, como en este evangelio, claramente afirma: quién me ve, ve al Padre. ¿Está todo dicho? ¿Hay alguna verdad mayor que afiance nuestras vidas y confirme nuestra fe? El evangelista Juan pone en labios de Jesús estas afirmaciones justo después de la cena de despedida del capítulo trece donde lavó los pies a los suyos y les encomendó el mandamiento del amor. Ahora desde el capítulo 14 al 17 hay un largo discurso, monólogo de Jesús, con unas cuantas intervenciones de personajes secundarios, como los discípulos, Tomás, Felipe, en donde Jesús va preparando a los suyos para la partida definitiva y les encomienda seguir su causa, proseguir su obra. Los verbos ir y venir serán la clave para entender este misterio. Se va a la casa del Padre, a prepararnos una morada, pero vendrá para llevarnos. Nos conforta con su presencia, no tengan miedo, adelante, pero nos desafía en la ausencia: quién me cree, hará obras mayores. En esta quinta semana de pascua donde tratamos de comprender el misterio de la resurrección este es un evangelio que nos da una de las grandes pautas para vivir como resucitados: Quien cree en la resurrección reconoce la presencia del Señor en medio de su aparente ausencia en el mundo, y sobre todo actúa. Creer es reconocer y luego confiar. Confío en quien reconozco la bondad, la belleza y la verdad de su vida y palabras.
LA VIDA ES COMO UN BUEN VINO (T. deMello). Lo hoy compartido solo se comprende desde la experiencia y hoy más que nunca nuestra sociedad pide y anhela hombres y mujeres que vivan la fe en las pequeñas cosas, en el día a día, cuando ordenamos nuestra casa, hacemos bien nuestro trabajo, como en las grandes causas, cuando aportamos soluciones a los males de nuestro país, cuando nos sentamos a pensar en una constitución que abarque a todos los grupos que vivimos en ella, y que en medio de tanta variedad que la conforma, nos una el espíritu de la verdad, de la solidaridad, de la causa justa. Solo me queda probarlo, experimentar o distraerme en elucubraciones teóricas. Que los que saben del buen vivir nos ayuden: “La vida es como una botella de buen vino. Algunos se contentan con leer la etiqueta. Otros prefieren probar su contenido. En cierta ocasión mostró Buda una flor a sus discípulos y les pidió que dijeran algo acerca de ella. Después de contemplarla y guardar silencio, uno elaboró una conferencia filosófica. Otro compuso un poema y otro una descripción científica de sus partes. ¡FABRICANTES DE ETIQUETAS!... el último de los presentes, miró la flor, sonrió, rió y no dijo nada… solo ese vio la flor, los demás la etiquetaron. Muchas personas pasan la vida fabricando etiquetas, pocas prueban el vino.”

Sunday, March 02, 2008

 
¿DE DÓNDE VIENE? Jn 9: 1-41

¿DE DONDE? Hoy deseo reflexionar desde este pronombre interrogativo, pues ayuda a plantearse una de las grandes preguntas capitales de la vida. ¿De dónde vengo y a dónde voy? Las personas que logren visualizar las respuestas, son felices. Me consta.

El gran rechazo que provocó el actuar de Jesús, es que “los judíos”, pueblo concreto que representará a cualquier raza, pueblo o nación, no vea de dónde viene. Lo lamentable es que estamos hablando de personas piadosas que guiaban sus actos, según ellos, de acuerdo a la voluntad de Dios. He allí la paradoja: dicen ver, pero no ven. Y es la mayor causa de infelicidad en nuestro planeta, pues, como dice el proverbio: cuando el ojo no está bloqueado el resultado es la visión, cuando la mente no está bloqueada el resultado es la sabiduría, cuando el espíritu no está bloqueado el resultado es el amor. Y esto fue lo que las personas religiosas del tiempo de Jesús no reconocieron, y el evangelio de hoy, nos dice que un ciego es el que logró ver, no por el milagro en sí, al cual apenas se le dedican tres versículos, sino por la “iluminación” que recibió al caer en la cuenta poco a poco de reconocer en realidad quién era el que le hizo el milagro, lo que lleva treinta y tres versículos: “jamás se ha oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si este no viniera de Dios, no tendría ningún poder.” Jesús es, en expresión del padre Moight, “el Hombre que venía de Dios, no solo el Hijo de Dios que lo podemos reconocer después de la resurrección, sino el Hombre, Hijo de Hombre que nos enseña el camino de lo humano, para revelar lo divino. El resultado de tal reconocimiento es la ruptura con las tradiciones que bloquean el espíritu, la mente o la visión, la expulsión de su comunidad grupal, para abrirse a la totalidad, la adoración al Dios auténtico, al que da vida y libera de toda opresión: “Creo Señor, y postrándose, lo adoró”.
Por lo tanto el de dónde es la interrogación fundamental para reconocer verdaderamente de dónde viene nuestra auténtica felicidad. Es la primera pregunta que le hacen a Jesús en el evangelio de Juan: “Maestro dónde habitas” (1:38) y es la última pregunta para seguir buscando esa felicidad, como nos enseña María Magdalena: ¿dónde han puesto su cuerpo? (20:15) No reconoce aún al Señor Resucitado su nueva forma de estar con nosotros. Conocer de dónde viene Jesús, es conocer quién es, conocer dónde vive es estar con él, y conocer dónde va es seguirlo. He allí el itinerario de nuestra felicidad, para ello debemos desprogramarnos, es lo que nos enseña una anécdota, “qué tiempo cree usted que va a hacer. El que yo quiero. ¿Cómo lo sabe usted? Cuando descubrí que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí a valorar lo que tengo. Por eso hará el tiempo que yo quiero.” La felicidad y la desdicha no dependen de la naturaleza de los acontecimientos, sino de cómo yo los afronto. Que así sea.

Sunday, February 24, 2008

 
TERCER DOMINGO DE CUARESMA: SI CONOCIERAS TENDRÍAS AGUA VIVA. JUAN 4: 1-42.
ENCUENTRO DE JESUS CON LA SAMARITANA.


Habíamos tematizado el tiempo de CUARESMA: COMO SENDERO DE FELICIDAD. El evangelio de hoy nos hablará de la fuente de la felicidad y de por qué muchos hombres y mujeres no son felices. Veamos: el anciano maestro preguntó a sus discípulos: “¿Dónde podré encontrar a Dios?” El musulmán habló de la mezquita, el judío del muro de las lamentaciones; otro mencionó la naturaleza; el cristiano pensó en la misa de los domingos, un activista en el pobre y en el compromiso libertador, un espiritualista en la contemplación y en el silencio. Pero el maestro movía cada vez insatisfecho la cabeza, y al fin dijo: “encontrarás a Dios cuando le abras las puertas de tu corazón. Él está siempre esperando”. Y si todo esto es verdad por qué no somos felices si encontrar a Dios es el fin de nuestra existencia, la felicidad plena que da vida y calma toda sed o hambre. Una razón puede ser, porque Dios es espíritu y donde está el espíritu habita la libertad, la belleza, la bondad sin mayores racionalizaciones ni tergiversaciones.

El encuentro de Jesús con la Samaritana nos muestra la pedagogía divina para llevar a todo hombre y mujer a la felicidad plena, mediante el reconocimiento de quién es Jesús, quién es Dios cómo se revela y se lo encuentra y qué hace la persona que lo ha encontrado. El texto nos enseña cómo el no creyente, que no es el que no tiene fe, aquí la Samaritana como los judíos, como los discípulos dicen creer, pero no entienden ni reconocen la divinidad de Jesús, su Señorío y su gloria, pues lo ven muy cansado, tiene sed, eso es muy humano, logran identificarlo como un judío, eso es muy concreto, demasiado particular para ser un salvador universal, a lo mejor es un profeta, pues adivinó cuántos maridos tuvo la mujer que conversaba con él junto al pozo. La astucia pedagógica de Dios le permite ser paciente, busca que el hombre reaccione por sí mismo y reconozca la fuente de la verdad y la vida: YO SOY, el que habla contigo, ese Mesías esperado, anhelado por judíos y no judíos, pasa a una fe parcial, ya sé que tiene que venir. Así es, lo sabe, lo cree, pero muy abstractamente, por repetir formulas y ritos, por memorizar teorías y doctrinas, hasta que descubre que a Dios solo se lo puede adorar en espíritu y en verdad, y no en montes o templos. Despertó, cayó en la cuenta de quién era el Señor y corrió a contagiar a otros de haber encontrado la felicidad.
Muchas personas se quejan de no ser felices por su idea de felicidad que no calma su sed… sed insaciable de querer o creer que el poseer, el tener o el placer es su sinónimo. Otras veces, por una falsa idea de Dios, que oprime, que dicta leyes, manda castigo, exige más de lo que podemos dar. Qué lejos estamos del Dios de Jesús que promete agua de vida, pero para eso hay que caer en la cuenta de lo mínimo si supiéramos cómo es Dios y quién es Dios. Y el Dios de Jesús busca la intimidad del ser humano, hablar de lo esencial de la vida, conquistar su amor, es la imagen de Jesús junto al pozo, y tan detallista, que como buen enamorado se acuerda de la hora exacta de aquel encuentro, era cerca del medio día, igual que en el calvario cuando gritó a viva voz, tengo sed, que solo el Padre eterno podría calmar, hoy busca en el encuentro con lo femenino la felicidad verdadera que da vida, como lo da una mujer, pero esta vez predicando el mensaje, la palabra de Dios que anima y recrea, que contagia y convoca. Ya no creemos porque otro nos ha contado sino porque nosotros mismo lo hemos oído.
Que el Señor nos ayude a seguir caminando para encontrar la felicidad verdadera y esta no se hallará en ritos ni fórmulas sino en la libertad verdadera, en reconocimiento que el otro, el distinto me puede revelar lo divino, y lo divino no es humillar, tenías cinco marido, sino dar otra oportunidad, ha dicho mi verdad y me invita a estar cerca suyo, como un amigo o amiga íntimo. Así sea.



 
SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA: Mt 17:1-9. La Transfiguración.

LA VIDA: Es común definir la vida como un camino. El sendero que cada cual se traza para encontrar el sentido de la vida, alcanzar sus metas, muchos llamamos a ese horizonte: LA FELICIDAD. Para nosotros los creyentes, nuestra felicidad verdadera consiste en sentir el amor del Padre, escuchar y practicar su palabra y ver su belleza, su gloria en Jesús.

LA VIDA DESDE LA CUARESMA: En este tiempo litúrgico se nos ponen cinco textos muy densos, bellos que por sí mismo nos dicen el todo del mensaje cristiano. Pero también los podemos tomar como el camino a seguir hacia nuestra gran meta. Veamos, el primer domingo de cuaresma nos ponen LAS TENTACIONES DE JESUS: no hay duda que si queremos conseguir algo que valga y que apostemos, tendremos que luchar y aclarar muchas cosas, eso es lo que nos enseñan las tentaciones, la vida es lucha. Este segundo domingo nos ponen la

TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR JESÚS, nos dice que nuestra vida se puede transformar, podremos alcanzar nuestra meta si seguimos el sendero de la vida verdadera. EL TERCER DOMINGO nos narra el ENCUENTRO DE JESÚS CON LA SAMARITANA, donde el Señor la lleva a las fuentes de la vida, su corazón y el manantial inagotable del amor creador de Dios presente no solo en la naturaleza y toda la belleza de sus cascadas, montes, sino también en el rostro concreto del hombre y de la mujer que sufren, que aman, que anhelan días mejores. EL cuarto domingo, LA CURACIÓN DE UN CIEGO, el gran enigma de la vida no son los problemas y dificultades, sino nuestra ceguera, nuestra incapacidad para VER el amor redentor, reconocer la verdad. El quinto domingo, LA RESURRECCIÓN de Lázaro, que de suyo fue una revivificación, volver a la vida normal, Jesús nos muestra la vida verdadera, la que no perece.

LA VIDA TRANSFIGURADA: Estamos en el capítulo 17 de san Mateo, del evangelio de hoy, Jesús camina hacia a Jerusalén, allí educa a sus discípulos, y al mismo tiempo que confirma su obediencia al Padre en un Monte donde se vislumbra una experiencia espiritual que lo transforma, lo conecta con el pasado de nuestra historia de salvación, desde la confianza total que nos narra la primera lectura de hoy que nos enseña Abraham, pasando por el encuentro con Moisés y Elías, figuras centrales del Antiguo Testamento como ratificando la grandeza de Jesús. Pero lo central de hoy es el mensaje en donde claramente se nos menciona quién es Jesús y qué debe hacer: El hijo de Dios, el amado, que complacerá al Padre en su fidelidad y obediencia. La vida de Jesús continuó, no se quedó en la belleza de su Gloria en la cima del monte, sino que bajó, despertando y animando a sus discípulos a seguir con el objetivo final DAR GLORIA AL PADRE,
DANDO VIDA A LOS DEMÁS, para ello tenemos que transfigurarnos, transformarnos, cambiando nuestros esquemas y reconociendo la verdadera presencia y belleza del Señor, en los pobres, en los que sufren, solo cuando hagamos eso, seremos felices. Así sea.

 
CUARESMA 2008: SENDERA A LA FELICIDAD


Sunday, November 18, 2007

 
"TODO SERÁ DESTRUIDO" Lc 21: 5-19.
Domingo XXXIII del T.O

Hemos llegado al fin del año litúrgico, a la última parte del evangelio de Lucas, al final del viaje de Jesús, su actividad apostólica acaba en Jerusalén, en el templo, y no solo eso, también profetiza que toda esa belleza que una construcción majestuosa produce será destruida. ¿Qué mismo es lo que será destruido, pues templos majestuosos siguen existiendo? ¿Cuál es la intención de la predica y actividad de Jesús cuando al final de su viaje, cerca del fin de su vida, nos dice que TODO SRÁ DESTRUIDO? A lo mejor un relato de Tonny de Mello nos ayude a comprender la acción de Jesús y cuál debe ser nuestra motivación religiosa:

“A pesar de toda su santidad, el Maestro daba una cierta impresión de oponerse a la religión. Esto era algo que desconcertaba siempre a los discípulos, los cuales, a diferencia del Maestro equiparaban religión y espiritualidad.
Tal como hoy es practicada, la religión se refiere fundamentalmente a castigos y recompensas. En otras palabras, produce temor y avidez, las dos cosas que más destruyen la espiritualidad. Y más tarde añadió con tristeza: es algo así como tratar de combatir una inundación con agua, o como pretender apagar un incendio con fuego.”

Toda la vida de Jesús fue y es un tratar de enseñarnos a relacionarnos con Dios, a buscar verdaderamente dónde está su gloria, en qué consiste su belleza. Al final de su viaje ni los suyos ni sus enemigos lo entendieron. Su mensaje permanece, y como dice al final de este evangelio. “El que persevere se salvará.” La salvación no consiste en el producto de nuestras obras, cumplimientos de ritos o leyes. Nuestras acciones son reflejos de nuestra belleza interior que irradia su bondad al caminar, vivir y compartir. La salvación es el producto del amor gratuito e incondicional de Dios que quiere hombres y mujeres libres y felices, no vasallos, ni angustiados, preocupados por lo transitorio y efímero. Lo definitivo es caminar en la historia con esperanza, sin temor ni angustia, sino con fe, sabiendo que la terrible noche oscura de la injusticia, miseria, ignorancia, analfabetismo funcional, migración y ruptura familiar no es el todo de nuestra existencia. La historia se transformará, desde la acción de Dios; y desde los que saben leer sus signos y señales de amor. La fe invita a pensar en lo definitivo, y lo definitivo es el amor que nunca falla. Así sea.

Sunday, November 04, 2007

 
"HOY HA LLEGADO LA SALVACIÓN A ESTA CASA." Lc19:1-10.
Domingo XXXI del T.O

HOY ha llegado la salvación, por lo general los creyentes pensamos que la salvación será para después de nuestra existencia terrena, anhelamos un más allá con desmedro del más acá. El evangelio nos recuerda la misión de Jesús, ayer, hoy y siempre: ofrecer la misericordia, brindar oportunidades ¿cuándo? –apenas nos encontremos con la mirada del Señor, apenas nos pongamos en búsqueda. El relato de hoy es una de las piezas magistrales del narrador Lucas. En un fragmento se puede ver el todo de su teología, y como dice uno de los expertos: “no se puede leer este pasaje sin tener en cuenta las alusiones y sugerencias que han sido expresadas en cualquier parte del evangelio de Lucas: elementos de la predicación ética de Juan el Bautista (Lc 3:10; la parábola del fariseo y el recaudador de impuestos 18:9-14; el magistrado rico 18:18-23. Zaqueo es visto como el rico que entregará todo para encontrar la felicidad. El dejar todo para seguir al maestro, característica del discipulado. Especial cuidado para comprender la teología de Lucas es que este episodio sigue a continuación de la curación de un ciego antes de entrar a Jericó. Zaqueo desea ver a Jesús, y en Jericó Jesús ve a Zaqueo. Cerca del final de su camino a Jerusalén, nos muestra el mensaje perenne de Jesús: rescatar, integrar lo que estaba perdido.” (J. Fitzmyer:1985)

¿DÓNDE? ¿dónde se encuentra la salvación? Explotando el simbolismo de Lucas, la salvación no se encuentra en la institución israelita, representada en el árbol al que se sube el pequeño Zaqueo, el sicomoro, árbol tipo de la fertilidad. Se encuentra en la cotidianidad y en el calor del hogar, donde hay cariño, donde me relaciono desde la verdad de mi vida, sin máscara ni etiquetas, en la CASA, no en el templo, no en lo meramente sagrado. Lástima que estemos lejos de aprender esta lección, pues la mayoría preferimos encontrar la salvación en lo extraordinario y majestuoso, que en lo ordinario y sencillo.
¿ A QUÍEN? ¿a quién se ofrece la salvación? Al que estaba perdido, un hombre rico, jefe de los recaudadores de impuestos. Un funcionario público que ha hecho fortuna explotando su posición y aprovechándose del cargo. Lo peor de lo peor desde la justicia social. Sin embargo la mirada misericordiosa de Jesús invita a la integración, no lo rechaza, le da una oportunidad. ¿CÓMO? ¿Cómo conseguir la salvación? Evidentemente no a través de la riqueza, este es el gran obstáculo para conseguirla. Zaqueo, hombre rico, se siente infeliz, no solo porque es bajo de estatura que no puede conseguir los que otros sí lo pueden hacer, sino por la bajeza espiritual de no sentirse feliz con lo que posee. Ha escuchado algo sobre Jesús, intuye que trae algo que ofrecer y que es digno de conocer. Por eso se pone en búsqueda y al final es encontrado más que encontrar. Jesús lo vio y llamó, lo consideró “Hijo de Abraham,” le dio identidad y pertenencia, lo integró en su proyecto. No sabemos qué hablaron Jesús y Zaqueo en casa de este. Lo cierto es que debió ser algo que le cambió la vida a Zaqueo y este entendió que para amar hay que compartir. Esto es salvación, esto es la felicidad. Hoy existen muchas teorías que intentan explicar el “todo de la realidad.” Su búsqueda continúa, pero imposible reducir el todo a cuestiones físicas o matemáticas. Como dice un científico: “Poco me importa la inmensidad de los espacios cósmicos llenos de polvo sideral, de gravitrones, electrones, neutrinos y átomos, si mi corazón es infeliz por no poder dar amor a quien amo, por haber perdido el sentido de la vida y no encontrar consuelo junto a Dios.” (John Barrow). A lo mejor un místico nos ayude a encontrar el todo desde la parte cuando podamos: “ver el mundo en un grano de arena/ y el paraíso en una flor del campo/, albergar el infinito en la palma de la mano/ y la eternidad en una hora.” (Willian Blake +1827). Así es la mirada de Jesús. Amén.


Saturday, October 27, 2007

 
¡DIOS MIO! ¿A QUÉ DIOS REZAMOS? Lc 18:9-14

“Hay algo peor que tener malas ideas. Es tener ideas definitivas/ Hay algo peor que tener mala conciencia: es tener una conciencia perfecta/ Hay algo peor que tener un espíritu perverso: es tener un espíritu acomodado.” (Ch. Peguy).

La parábola de hoy nos muestra LAS ACTITUDES de dos personas que reconocen la necesidad de la trascendencia, que hay algo más allá que la pura materia y la pura sensibilidad; que reconocen la existencia de alguien que es más que un mero organizador, constructor o arquitecto de la realidad humana o natural… al cual solemos llamarlo Dios, se dirigen desde realidades muy distintas y desde su circunstancia particular: uno observante de la ley y de los preceptos, otro responsable de cobrar los impuestos y acostumbrado a las mentiras piadosas y a las imperfecciones de todos los días, unas veces de mayor calibre, otras de menor, da igual para este tipo de gente recibir coimas, transgredir normas. Sin embargo, ninguno de los dos es feliz. El fariseo cree que puede conseguir la salvación, por sus méritos y observancias. El publicano reconoce su pecado y error… pero no sabemos si cambió de costumbre… Los dos se dirigen al mismo destinatario: ¡Oh Dios! ¡Dios mío! ¿serán dos métodos de oración? ¿serán dos actitudes ante la vida? Como dice Ch. Peguy lo peor es tener ideas definitivas sobre nuestro comportamiento tan relativo, lo peor es acomodar al Señor a nuestras ideas…. ¿a qué Dios están rezando estas honestas personas, una humilde y otra orgullosa?
EL GRAN PROBLEMA DE LA RELIGIÓN ¿O, DE LAS PERSONAS RELIGIOSAS? Los críticos de la religión, los racionalistas o los profesionales instalados en su campo del saber, en lo común personas bien posicionadas, suelen decir que la religión es una necesidad del ser humano carente de muchas cosas, una ilusión ante tanta insatisfacción, el opio del pueblo. Otros, seguros de sí mismo, afirman categóricamente que Dios se ha manifestado claramente en lo que encierran las verdades de los dogmas y doctrinas. La mayoría de creyentes oscilamos entre la culpabilidad y la satisfacción de los actos. “¿Es que acaso no debemos amarnos a nosotros mismos para amar a los demás?” El fariseo reclama el reconocimiento de su esfuerzo. El publicano reconoce su instalación en la mediocridad. ¿Cómo debe relacionarse el creyente con su Creador y Señor? Es la enseñanza de hoy.
EL SECRETO DE LA VIDA, siguiendo la parábola de hoy, estará en mi actitud fundamental ante Dios y ante los demás, en haber fundamentado mi vida desde el orgullo de mis actos o desde mi actitud ante la realidad y las cosas. Dios es bien concreto, yo me relaciono con él como Creador y como Padre, eso hace que reconozca su grandeza y mi lugar que no será una bajeza, sino una relación, esto es lo que a todos nos hace capaces de seguir luchando, amar y esperar. ¡Oh Dios! No importa quién soy, lo que importa es que Tú eres, y que gracias a ti, yo soy. ¡Pero, puedo ser mejor!

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